Leyenda del gallo de Portugal
Barcelos, un precioso pueblo en el Norte de Portugal, a 50
Km de Oporto, tiene un museo arqueológico al aire libre. Se encuentra en las
ruinas del palacio de los condes de Barcelos y duques de Braganza. En él se
pueden ver obras tanto antiguas y de gran valor arqueológico como modernas.
Pero lo que más interés causa es la cruz de piedra del S: IV
en la que se cuenta la leyenda del gallo. Había en Barcelos una horca y, cerca
de ella, una posada muy concurrida y famosa por la belleza de su propietaria.
Un día, un peregrino gallego que cumplía una promesa, pasó la noche en la
posada.
La posadera se enamoró al instante del muchacho, pero este
no se sintió atraído por ella. La mujer, despechada por la indiferencia, urdió
su venganza escondiendo en el equipaje del muchacho unos candelabros de plata y
objetos de gran valor. A la mañana siguiente, el peregrino fue detenido y
condenado a la horca. En su última voluntad, pidió ser llevado ante el juez que
, en ese momento, xe estaba comiendo un pollo asado.
El muchacho le dijo que, como prueba de su inocencia, el
gallo se levantaría y se pondría a cantar. El juez echó el plato a un lado e
ignoró las palabras del hombre.
Sin embargo, en el momento en que el preso estaba siendo
ejecutado, el gallo se levantó y cantó. El juez, habiéndose dado cuenta de su
error, corrió hacia la horca y descubrió que el muchacho se había salvado
gracias a un nudo mal hecho. El peregrino, en vista del milagro, juró volver
una vez cumplido el objetivo de su peregrinaje y grabar en una cruz de piedra
su historia para que fuera recordada.
Esta historia fue difundida por toda Europa y se convirtió
en una de las principales insignias del turismo portugués, El gallo puede verse
en todas las tiendas de “suvenires” al lado de la reina del fado, Amalia
Rodríguez, en las camisetas con el nombre de Ronaldo, en paños de cocina,
delantales, mantas, llaveros etc. y se asegura que tener un ejemplar en casa da
suerte a sus propietarios.
El gallo es el símbolo de Portugal